lunes, 31 de agosto de 2020

Posibilidades de no entenderse

Hace poco vi un mensaje que decía:

"Entre lo que pienso,
lo que quiero decir,
lo que creo decir,
lo que digo,
lo que quieres oír,
lo que oyes,
lo que crees entender,
lo que quieres entender y
lo que entiendes,
existen nueve posibilidades de no entenderse."

¿Alguna vez te ha pasado?

Por ejemplo... le dices algo a una persona y entiende lo opuesto.

¿Te ha sucedido?

Es algo usual.

Hasta existe un juego llamado "teléfono escacharrado" en el que se muestra esto de una forma simple.

Pero... ¿qué podemos hacer?

Lo primero es ser empáticos.

¿Y qué es eso?

Ponernos en los zapatos del otro.

Tratar de ver las cosas desde su punto de vista.

Entender que no todos tuvieron la vida que uno tiene, por lo que cada quien ve el mundo de una forma muy distinta.

¿Y después?

Preguntar.

Sin acusar, sino con una verdadera actitud de querer entender.

Haz estas dos cosas y verás que tu comunicación mejorará bastante.

martes, 2 de junio de 2020

El experimento del balón de baloncesto... y el gorila

Una investigación destacable es la realizada por los psicólogos cognitivos, Daniel Simons y Christopher Chabris.

¿Por qué?

Verás, en su estudio, demostraron que cuando nuestra mente está puesta en una cosa específica, tendemos a no ver las otras las oportunidades que nos rodean.

Es como usar vendas que completamente obstruyen tu percepción.
 
De hecho, este estudio es súper interesante porque usan un video y le piden a los participantes que se concentren en una pelota de baloncesto.

También les piden que cuenten cuántas veces pasa la pelota.

Y aquí viene lo sorprendente...

La gente está tan, pero tan concentrada en ver la pelota de baloncesto... que no ven cuando camina un... GORILA.

Sí, lo leíste bien.

Un gorila. 

Imagínate que estás tan, pero tan concentrado en algo que ni siquiera ves algo tan, pero tan extraño como un gorila.

Bueno, pues algo así sucede con tu mentalidad.

Cuando estás enfocado en ver las cosas malas, la escasez, la falta de recursos, etc., dejas de ver las oportunidades que te rodean.

Te da una especie de visión de túnel. 
 
Esta investigación revela dos cosas importantes, no solo nos estamos perdiendo algo mejor, sino que somos completamente ajenos al hecho de que nos estamos perdiendo algo.

Es decir, que si te centras demasiado en lo que no tienes, podrías estar perdiéndote las cosas que te rodean.
 
P.D. Atento a las oportunidades que tienes a la vista, no te centres en lo que no tienes.
 
Como dijo un amigo fotógrafo que ganó muchos premios en el cine:
 
"Haz magia con lo que tienes, no con lo que quieres tener"

jueves, 28 de mayo de 2020

¿Qué es el perdón?

* El perdón NO es justificar y estar de acuerdo con lo que nos hicieron o con lo que no nos gusta
* El perdón NO es pasar por encima de nuestras emociones
* El perdón NO es resignarse
* El perdón NO es ser tonto
* El perdón NO es estar feliz cuando nos están haciendo daño

Nada de eso es el perdón.

"El perdón es una herramienta de sanación y un camino de vida. El perdón no es hacia los demás, es hacia ti mismo."

"Es como si alguien te hiciera una herida, y te está sangrando, y en vez de sanarla, te pusieras a echarle la culpa al que te la hizo... probablemente te desangrarás."

Muy visual, pero entendí que hay que aprender a perdonar y a sanar las heridas.

jueves, 21 de mayo de 2020

El "niño interno"

El "Niño Interno" es una parte de nosotros que mantiene almacenada información que se quedó registrada en nuestro subconsciente, por experiencias vividas en nuestra niñez.

Y si esas esas experiencias han sido dolorosas y no resueltas, arrastramos por años ese niño herido dentro de nosotros, y lo peor es que como duele tanto, no lo queremos atender.

Por ejemplo, ¿alguna vez has reaccionado desproporcionadamente por algún comentario que te hicieron?

Es posible que tenga que ver con tu "niño interno herido".

Es el grito de nuestro niño herido buscando atención, salvación y consuelo en nosotros mismos.

¿Cómo remedias esto?

Aprendiendo a amar incondicionalmente a tu "niño interior".

Y sólo tú puedes darle este amor.

martes, 12 de mayo de 2020

Dos opciones

Siempre que nos encontramos ante una situación tenemos dos opciones:

"Puedo" vs "no puedo".

Pero también podemos agregar:

"Soy capaz" vs "No soy capaz"

"Soy suficiente" vs "No soy suficiente"

"Lo voy a conseguir" vs "No lo voy a conseguir"

"Soy valioso" vs "No soy valioso"

"Es fácil" vs "Es difícil"

La opción que escoges al principio determina mucho el resultado que obtendrás.

Te condiciona.

La próxima vez que vayas a tomar una decisión, pregúntate cuál es el impulso que quieres.

¿Uno positivo? ¿O uno negativo?

lunes, 11 de mayo de 2020

Déjate caer, confía

Un joven caminaba de un pueblo a otro atravesando una cadena de montañas. En un momento dado, una espesa niebla empezó a cubrirlo todo. El chico apretó el paso para llegar antes, pero dio un traspié en un recodo y cayó al vacío.

En su caída, movió los brazos desesperado y logró asirse a una rama. ¡Qué fortuna, había salvado la vida! Pero, ¿cómo ascender? La pared era vertical. Además, no se veía nada a causa de la niebla.

Allí colgado de una rama, en medio de la nada, se vio perdido y gritó:

- ¡Dios, ayúdame!

Y de pronto una voz acudió a su mente, clara y atronadora:

- Déjate caer. Confía.

El muchacho sacudió la cabeza. Debía de estar teniendo una alucinación absurda. Hacía muchísimo frío y ya era de noche.

Gritó otra vez:

- Si existes, Señor, ayúdame. ¡Me muero de frío!

Y, de nuevo, la voz en su interior:

- Déjate caer. Confía.

Al cabo de ocho horas, el día amaneció y unos aldeanos pasaron por el mismo sendero. En el punto donde había caído el muchacho encontraron su bastón. Se asomaron al borde del camino y lo que vieron les dejó atónitos: allí estaba el muchacho, muerto por congelación, cogido a una rama. Pero debajo de él no había ningún vacío sino otro camino, a tan sólo un metro de sus tiesos pies helados.

Debido a la niebla no se había dado cuenta de que no había precipicio alguno, sino otro sendero que atravesaba las montañas.

Ser feliz en Alaska, Rafael Santandreu

Este cuento me hace caer en la cuenta de la cantidad de veces que le pedimos a Dios algo con todas nuestras fuerzas, pero cuando nos da la solución, no escuchamos, no confiamos, no terminamos de fiarnos. El miedo nos paraliza y no somos capaces de dejarnos caer y confiar en que nos van a sostener. No siempre confiamos en Dios y no siempre confiamos en nosotros mismos, imaginando un precipicio que, en realidad, no existe.
¿Qué te ha sugerido a ti esta pequeña historia?

domingo, 10 de mayo de 2020

¿Qué le das de comer a tu mente?

Todos sabemos la importancia de comer bien y saludable.

Pero... ¿cuántos ponemos atención a lo que nuestra mente consume?

Por ejemplo, últimamente estamos bombardeados por noticias que causan pánico, estrés y ansiedad. 

Las personas se angustian y empiezan a hacer cosas muy locas.

Y cada vez que abren las noticias y buscan esos temas, lo que sucede es que están echándole más fuego al incendio que traen en su cerebro.

Te lo digo porque yo he hecho esto varias veces, y siempre llego a la misma conclusión.

Siempre me termino diciendo: "Ay Esteban, si ya sabes que las noticias usualmente traen basura, ¿por qué te empeñas en consumir eso?"

Con esto quiero decirte que nadie es inmune a las noticias, eventualmente se terminan colando en la conversación, en las notificaciones del celular, en la radio, en Facebook, etc.

De hecho, es algo natural, es un sesgo que tiene nuestra mente y que constantemente busca cosas que la mantengan en modo de alerta.

¿Qué puedes hacer?

Controla tus impulsos por revisar las últimas noticias, busca cosas que alimenten tu mente de forma positiva. 

Porque de todos modos, las noticias llegarán. 

Pero una cosa es que te salpique el lodo, y otra cosa es meterse en él a voluntad.

Ten un gran día,
Esteban (Gutenberg)

sábado, 9 de mayo de 2020

Caperucita Roja (versión del Lobo)

El bosque era mi hogar. Yo vivía allí y me gustaba mucho. Siempre trataba de mantenerlo ordenado y limpio.

Un día soleado, mientras estaba recogiendo las basuras dejadas por unos turistas sentí pasos. Me escondí detrás de un árbol y vi venir una niña vestida en una forma muy divertida: toda de rojo y su cabeza cubierta, como si no quisiera que la viesen. Andaba feliz y comenzó a cortar las flores de nuestro bosque, sin pedir permiso a nadie, quizás ni se le ocurrió que estas flores no le pertenecían. Naturalmente, me puse a investigar. Le pregunté quien era, de donde venía, a donde iba, a lo que ella me contesto, cantando y bailando, que iba a casa de su abuelita con una canasta para el almuerzo.

Me pareció una persona honesta, pero estaba en mi bosque cortando flores. De repente, sin ningún remordimiento, mató a un mosquito que volaba libremente, pues también el bosque era para él. Así que decidí darle una lección y enseñarle lo serio que es meterse en el bosque sin anunciarse antes y comenzar a maltratar a sus habitantes.

La dejé seguir su camino y corrí a la casa de la abuelita. Cuando llegué me abrió la puerta una simpática viejecita, le expliqué la situación. Y ella estuvo de acuerdo en que su nieta merecía una lección. La abuelita aceptó permanecer fuera de la vista hasta que yo la llamara y se escondió debajo de la cama.

Cuando llegó la niña la invité a entrar al dormitorio donde yo estaba acostado vestido con la ropa de la abuelita. La niña llegó sonrojada, y me dijo algo desagradable acerca de mis grandes orejas. He sido insultado antes, así que traté de ser amable y le dije que mis grandes orejas eran para oírla mejor.

Ahora bien me agradaba la niña y traté de prestarle atención, pero ella hizo otra observación insultante acerca de mis ojos saltones. Ustedes comprenderán que empecé a sentirme enojado. La niña tenía bonita apariencia pero empezaba a serme antipática. Sin embargo pensé que debía poner la otra mejilla y le dije que mis ojos me ayudaban para verla mejor. Pero su siguiente insulto sí me encolerizó. Siempre he tenido problemas con mis grandes y feos dientes y esa niña hizo un comentario realmente grosero.

Sé que debí haberme controlado pero salté de la cama y le gruñí, enseñándole toda mi dentadura y diciéndole que eran así de grande para comerla mejor. Ahora, piensen Uds.: ningún lobo puede comerse a una niña. Todo el mundo lo sabe. Pero esa niña empezó a correr por toda la habitación gritando y yo corría tras ella tratando de calmarla. Como tenía puesta la ropa de la abuelita y me molestaba para correr, me la quité, pero fue mucho peor. La niña gritó aun más. De repente, la puerta se abrió y apareció un leñador con un hacha enorme y afilada. Yo lo miré y comprendí que corría peligro, así que salté por la ventana y escapé.

Me gustaría decirles que este es el final del cuento, pero desgraciadamente no es así. La abuelita jamás contó mi parte de la historia y no pasó mucho tiempo sin que se corriera la voz que yo era un lobo malo y peligroso. Todo el mundo comenzó a evitarme.

No sé qué le pasaría a esa niña antipática y vestida en forma tan rara, pero si les puedo decir que yo nunca pude contar mi versión. Ahora Ustedes ya lo saben.


Esta mañana una amiga me habló de esta versión del cuento que no conocía, y me impactó bastante. Muchas veces nos quedamos sólo con una parte de la historia, sin saber o sin querer saber la versión de la otra persona, catalogándola de "buena" o "mala". Ni el Lobo del cuento era tan malo ni Caperucita tan buena. 
¡Gracias Saray!

lunes, 4 de mayo de 2020

La importancia de no hablar mal de nadie

El rabino Meir Cohen había dedicado su vida a estudiar las Escrituras. Era una autoridad apreciada en todo el mundo y sus sermones se publicaban en muchos idiomas, especialmente los dedicados al pecado de hablar mal de los demás.

En una ocasión, se hallaba en un tren de vuelta a casa y conoció a otro viajero. Éste le habló del propósito de su viaje:

- Voy a la capital para conocer al gran rabino Meir Cohen.

Al rabino le divirtió la coincidencia y quiso indagar más acerca de la opinión que se tenía de él.

- ¿Y por qué le llamas "gran rabino"? ¿Qué tiene de especial? Yo creo que sólo es un hombre como los demás.

- ¿Cómo osas ser tan insolente con un sabio sin igual? - exclamó el viajero al tiempo que le propinaba un sonoro bofetón.

Días más tarde, ya en la ciudad, Meir Cohen daba una conferencia en la universidad. Al terminar, aquel viajero del tren se acercó avergonzado a pedirle disculpas. Se había quedado blanco de vergüenza al comprobar que había abofeteado al mismo héroe al que quiso defender.

- ¡Señor! ¿Qué he hecho? ¡No tengo perdón de Dios! - le dijo.

- No hay nada que perdonar, puesto que me has enseñado algo vital: la importancia de no hablar mal de nadie, pero sobre todo de uno mismo.

Ser feliz en Alaska, Rafael Santandreu

viernes, 1 de mayo de 2020

Empieza a perdonar

¿Sabías que no perdonar afecta tu salud, tus relaciones y tu economía?

Esto es porque al no perdonar, generas estrés, preocupación y rabia.

Y esto afecta tu salud porque la rabia y el estrés suben la presión arterial.

El estrés sostenido produce inflamación en el organismo.

También libera una sobreproducción de radicales libres. Esto con el tiempo produce enfermedades degenerativas, envejecimiento y hasta puede llegar al cáncer.

Produce insomnio porque uno está con la rabia y el resentimiento y está constantemente pensando en ello.

Y esto afecta también tus relaciones debido a que estás de mal humor y la "pagas" con los demás.

O empiezas a hartar a los demás porque sólo vives quejándote por la rabia que tienes dentro.

Esto puede producir división familiar, también dejas de disfrutar bien con tu pareja o familia.

Vaya, se vuelve un círculo vicioso. 

¿Y cómo daña tu economía?

Pues, todos sabemos que el tiempo es dinero, y no perdonar te hace menos productivo pues usas ese tiempo en rumiar o en estar rabioso o resentido, en lugar de ser productivo, eficiente, creativo, o de establecer vínculos sanos.

Por eso empieza a perdonar.

A ti mismo, a los demás, a tu pasado, y comienza a liberarte de esos pesos que traes arrastrando. 

sábado, 25 de abril de 2020

Cortar la rama

Un día el rey llevó a su maestro de cetrería dos magníficas crías de halcón que le habían regalado. Con mucha ilusión, le dio órdenes para que los adiestrase para la caza.

Pasados unos meses, el instructor le entregó al rey un halcón perfectamente amaestrado, pero le comunicó que el otro era defectuoso y no conseguía aprender. No se había movido de la rama desde el día de su llegada; no cazaba y había que llevarle el alimento despiezado a la boca.

El rey llamó a todos lo sanadores del reino pero nadie pudo hacer volar al ave. Enrabietado, publicó un edicto ofreciendo una recompensa a cualquiera que fuese capaz de lograrlo.

A la mañana siguiente, desde la ventana de sus aposentos el rey vio volar grácilmente al halcón por los jardines del palacio.

- Traedme al autor de este milagro - pidió el rey.

Y, para su sorpresa, le pusieron delante a un sencillo campesino.

- ¿Cómo hiciste volar al halcón? ¿Empleaste alguna suerte de magia?

Intimidado, el hombre respondió.

- No fue difícil, majestad. Sólo corté la rama y el pájaro, antes de caer al suelo, comenzó a volar.

Ser feliz en Alaska, Rafael Santandreu

Esa cría de halcón a la que etiquetaron de defectuosa, sólo necesitaba un empujoncito, que le cortaran la rama, para poder volar. Quizás nosotros también debamos cortar algunas "ramas" para poder "volar".

viernes, 24 de abril de 2020

El caballero que no sabía pedir perdón

Érase una vez un despiadado caballero que durante toda su vida no había hecho otra cosa que sembrar la discordia, y causar dolor a cuantas personas habían osado cruzarse en su camino.

Un buen día, al levantarse, observó que le habían salido unas llagas purulentas y malolientes en la piel de todo su cuerpo. A medida que pasaban los días, las úlceras iban creciendo y creciendo. Asustado, decidió acudir al lago azul, famoso por curar todo tipo de enfermedades.

Agotado por el viaje, bajó de su caballo y se sentó en la orilla del lago. De pronto, emergió de las aguas una hermosísima ninfa que le preguntó:

-Poderoso caballero ¿qué has venido a buscar aquí?

El gentilhombre respondió:

-Hace tiempo que vengo sufriendo de terribles heridas que invaden todo mi cuerpo.

La ninfa  le dijo:

-Báñate en el lago.

El hidalgo así lo hizo y, después de permanecer varios minutos en las frías aguas, salió. Y cuál fue su sorpresa, al comprobar que no había desaparecido ni una sola de sus llagas.

-¡Mira! -exclamó enfadado-: No he sanado.

El hada sin perder  la calma le dijo:

-Tus llagas son el fruto del odio que llevas en tu corazón. Tan sólo el bálsamo del perdón  puede curarte.

El aristócrata, enfurecido, montó de nuevo sobre su caballo y con premura se alejó de allí.

Pasó el tiempo y, un atardecer de verano, el caballero regresó de nuevo hasta el lago. La ninfa emergió nuevamente de las aguas y le preguntó:

-¿Qué has venido a buscar aquí?

El gentilhombre respondió:

-¿Es que no me reconoces?

El hada le observó con detenimiento durante unos minutos y le dijo:

-Han aumentado tanto las lesiones de tu piel que, de no ser por tu voz, jamás te hubiese reconocido.

El hidalgo, angustiado, exclamó:

-¡Ayúdame! Me he convertido en un monstruo repugnante, y sufro de terribles dolores.

La ninfa,  con voz serena, le respondió:

-Las úlceras son el fruto del odio que anida en tu corazón. Tan sólo el bálsamo del perdón puede sanarte. El dolor que sufres, no es otra cosa que tu propio arrepentimiento.

El hidalgo, cabizbajo, montó de nuevo sobre su caballo y se alejó del lugar.

Pasó el tiempo y, un amanecer, llegó hasta el lago un apuesto joven.

La mágica dama emergió de las transparentes aguas y le preguntó:

¿Qué has venido a buscar aquí?

El joven  respondió, a la vez que se dibujaba una gran sonrisa en sus labios:

-¿No me reconoces?   Yo, soy aquel caballero lleno de úlceras que vino hasta ti para pedirte ayuda. ¿Me recuerdas ahora?

El hada, sorprendida, exclamó:

-De no ser por tu voz, jamás te hubiese reconocido. Te has transformado en un joven muy apuesto, me entusiasma comprobar que estás completamente sano.

El gentilhombre prosiguió:

-Vengo a darte las gracias, hermosa dama. Puse en práctica tu sabio consejo, y fui a pedir perdón a todos y cada uno de los seres humanos a los que un día hice daño. Por cada persona que me perdonaba de corazón, desaparecía una de mis llagas. Así, hasta curarme del todo.

La ninfa sonrió satisfecha.

-No tienes nada que agradecerme, lo has hecho todo tú solo. Yo tan sólo soy la voz de tu conciencia y el lago, el espejo donde veías  reflejado tu interior. A partir de ahora, dedícate a hacer el bien y a amar a tus semejantes y, cuando quieras hablar conmigo, tan sólo tendrás que escuchar la voz de tu corazón.

martes, 21 de abril de 2020

El escorpión y la rana

Érase un escorpión detenido frente al cauce de un río. Estaba ansioso por cruzarlo pues se dirigía al baile anual de los escorpiones. Un rayo de esperanza iluminó  su mente cuando vio una rana flotando sobre las aguas, encima de una gran hoja de roble.

- Amiga - dijo -, ¿puedes ayudarme a cruzar? Si me llevas en tu espalda, será sólo cuestión de un par de saltos.

- ¡¿Qué?! ¡Todavía no me he vuelto loca! Tú eres un escorpión. Si te subo, me picarás con tu mortal aguijón.

- ¡Claro que no! ¿Cómo se te ocurre? Si lo hiciese, morirías y nos hundiríamos los dos.

La rana, después de pensarlo un poco, accedió. El escorpión parecía un tío majo. Así que dejó que se posase sobre su resbaladiza espalda y empezaron a cruzar el río.

Cuando llegaron a la mitad del trayecto, en una zona turbulenta, el escorpión se puso todo rojo, alzó su aguijón y después se lo clavó a la rana, bien hondo.

La rana sintió cómo el veneno penetraba por sus venas y se le iban las fuerzas. Sólo le quedaba un suspiro y quiso preguntar:

- ¿Por qué lo has hecho? ¡Nos vamos a hundir los dos!

El escorpión, nervioso ante su inminente muerte, respondió:

- ¡Maldición! ¡Porque ésa es mi naturaleza!

Ser feliz en Alaska, Rafael Santandreu

Todos cometemos errores, porque esa es nuestra naturaleza. Asumámoslo y permitámonos tener fallos, ¡somos humanos! Como decía Oscar Wilde "con las mejores intenciones se cometen los peores desastres".

sábado, 18 de abril de 2020

Cinta de correr

¿Conoces las cintas de correr, verdad?

Sí, esos aparatos que hay en los gimnasios con una banda que se mueve y hace que camines en el mismo sitio por horas. 

¿Sabías que inicialmente fue un instrumento de “rehabilitación” en las cárceles inglesas?

Allá por el año 1818, un hombre llamado William Cubitt las diseñó para hacer a los prisioneros más productivos: molían maíz mientras extraían agua. Consistía en una larga rueda de molino que un grupo de prisioneros empujaba, haciéndola girar. 

Sin embargo, se volvió un instrumento de tortura rápidamente para los criminales menos peligrosos (imagina lo que le sucedía a los que sí lo eran… de miedo).

La rotación misma de la rueda los obligaba a seguir moviéndose: quien dejaba de caminar, caía debajo de la rueda. 

En 1842 eran tan famosas, que casi todas las prisiones las tenían.

Uno de los prisioneros que tuvo la mala suerte de pasar por estas cintas de correr fue Oscar Wilde.

Pero para 1898 las prohibieron debido a que causaban demasiadas muertes entre los prisioneros y los británicos comenzaron a usar formas más humanas (se supone…) como la educación.

¿Y cómo llegó a los gimnasios?

Pues, en 1913, en Estados Unidos un inventor llamado CL Hagen solicitó la patente para un nuevo tipo de “máquina de entrenamiento”.

Y con los años fue evolucionando hasta la máquina que se usa actualmente.

¿Y esto qué tiene que ver contigo?

No sé. Quizá solo te parezca un dato curioso.

Quizá sientes que estás en el mismo lugar caminando sin llegar a ningún lado.

¿Qué hacer?

Empieza con pequeños cambios en tu vida, observa si te traen resultados positivos o negativos.

Afina en el proceso.

Los japoneses lo hicieron para las empresas que tenían, y después se empezó a usar en el desarrollo personal… y ha tenido gran éxito porque funciona.

Desear felicidad

Un religioso derviche y su discípulo se hallaban caminando por una tranquila carretera. A lo lejos, distinguieron una nube de polvo: un elegante carruaje tirado por cuatro caballos blancos venía a toda velocidad. A medida que se aproximaba, se dieron cuenta de que el vehículo no frenaba ni se apartaba del centro de la vía. En un minuto lo tuvieron encima, así que saltaron a una zanja. Cuando se levantaron, vieron cómo el carruaje se alejaba levantando más polvo, esta vez sobre sus ropas.

El discípulo pensó en lanzarles una maldición, pero antes de que pudiera hacerlo, el maestro se adelantó y dijo:

- ¡Que vuestra vida os colme de felicidad!

El joven, sorprendido, preguntó:

- ¿Por qué le deseáis felicidad a esa gentuza? ¡Por poco nos atropellan!

- ¿Piensas de veras que si fuesen felices irían por ahí molestando a los demás? - respondió sereno el maestro.


Ser feliz en Alaska, Rafael Santandreu

domingo, 12 de abril de 2020

El esclavo

¿Tú, de qué eres esclavo?

¿De las heridas que recibiste cuando eras pequeño?,

¿de tus traumas de la infancia?,

¿de lo que alguien más decidió que fueras?,

¿de una relación que no te satisface?,

¿ de un trabajo que no disfrutas?,

¿de la rutina de tu vida? 

¡Ya libérate! ¡tira ya ese costal que llevas en la espalda.

En él guardas el resentimiento, el rencor y la culpa.

Deja ya de culpar a otros y a tu pasado por lo que no marcha bien en tu vida.

Cada día tienes la oportunidad de empezar otra vez.

Cada mañana, al abrir los ojos, naces de nuevo, recibes otra oportunidad para cambiar lo que no te gusta y para mejorar tu vida.

La responsabilidad es toda tuya. Tu felicidad no depende de tus padres, de tu pareja, de tus amigos, de tu pasado, depende solo de ti. 

¡Rompe ya las cadenas que tu mismo te has impuesto! 

A lo único que le debes tener miedo es a no ser tú mismo, a dejar pasar tu vida sin hacer lo que quieres, a desaprovechar esta oportunidad de mostrarte a otros, de decir lo que piensas, de compartir lo que tienes.

Tú eres parte de la vida y como todos, puedes caminar con la frente en alto.

Los errores del pasado ya han sido olvidados y los errores del futuro serán perdonados. Date cuenta de que nadie lleva un registro de tus faltas, solo tú mismo. Ese juez que te reprocha, ese verdugo que te castiga, ese mal amigo que siempre te critica, ¡eres tú mismo! Ya déjate en paz, ya perdónate, sólo tú puedes lograrlo.

¿Cuándo vas a demostrar tu amor a tus seres queridos?,

¿Cuándo te queden unos minutos de vida?,

¿Cuándo les queden a ellos unos minutos de vida?

El amor que no demuestres hoy, se perderá para siempre.

Recuerda que la vida es tan corta y tan frágil que no tenemos tiempo que perder en rencores y estúpidas discusiones.

Hoy es el día de perdonar las ofensas del pasado y de arreglar las viejas rencillas.

Entrégate a los que amas sin esperar cambiarlos, acéptalos tal como son y respeta el don más valioso que han recibido: Su libertad.

Disfruta de tus relaciones sin hacer dramas.

Si pretendes que todos hagan lo que tú quieres o que sean como tú has decidido, si pretendes controlar a los que te rodean, llenarás tu vida de conflicto. Permite a otros que tomen sus propias decisiones como has de tomar las tuyas, tratando siempre de lograr lo que es mejor para todos. Así podrás llenar tu vida de armonía.

Y por último:

¿Qué estás esperando para empezar a disfrutar de tu vida?

¿Que se arreglen todos tus problemas?,

¿Que se te quiten todos tus traumas?,

¿Que por fin alguien reconozca tu valía?,

¿Que llegue el amor de tu vida?,

¿Que regrese el que se fue?,

¿Que todo te salga como tú quieres?,

¿Que se acabe la crisis económica?,

¿Que te suceda un milagro?,

¿Que por arte de magia todo sea hermoso y perfecto?

¡Despierta!, ¡Despierta ya!

¡Esta es la vida!

La vida no es lo que sucede cuando todos tus planes se cumplen, ni lo que pasará cuando tengas eso que tanto deseas. La vida es lo que está pasando en este preciso instante. Tú vida en este momento es leer este párrafo, donde quiera que lo estés haciendo y con las circunstancias que te rodean ahora. En este momento tu corazón lleva sangre a todas las células de tu cuerpo y tus pulmones llevan oxígeno a donde se necesita.

En este momento algo que no podemos comprender, te mantiene vivo y te permite, ver, pensar, expresarte, moverte, reír, ¡hasta llorar si quieres!

No te acostumbres a la vida, no te acostumbres a despertar todos los días y estar aburrido, malhumorado o preocupado.

Abre tus ojos y agradece todas las bendiciones que puedes ver, agradece tu capacidad de oír el canto de los pájaros, tu música preferida, la risa de tus hijitos. Pon tus manos en tu pecho y siente tu corazón latir con fuerza diciéndote:

“Estoy vivo, estoy vivo, estoy vivo”.

Yo sé que la vida no es perfecta, que está llena de situaciones difíciles.

Tal vez, así es como se supone que sea.

Tal vez por eso se te han brindado todas las herramientas que necesitas para enfrentarla:

Una gran fortaleza que te permite soportar las pérdidas, la libertad de elegir cómo reaccionar ante lo que sucede, el amor y el apoyo de tus seres queridos.

Sé también que tú no eres perfecto, nadie lo es. Y sin embargo, millones de circunstancias se han reunido para que existas. Fuiste formado a partir de un diseño maravilloso y compartes con toda la humanidad sus virtudes y defectos. Así está escrito en tus genes, en los genes de todos los seres humanos que han existido y en todos los que existirán. 

Tus pasiones, tus miedos, tus heridas, tus debilidades, tus secretos y tu agresión, los compartes con todos tus hermanos.

¡Bienvenido a la raza humana!

Esos supuestos defectos son parte de tu libertad, parte de tu humanidad.

Si te preguntas …

¿Quién soy yo para decirte todo esto?

Te contestaré que no soy nadie, soy simplemente una versión diferente de lo que tú eres.

Otro ser humano más entre miles de millones, pero uno que ha decidido ser libre y recuperar todo el poder de su vida …

Tomado del libro: El Esclavo
Autor: Francisco J. Ángel Real

jueves, 9 de abril de 2020

La maleta

Un hombre murió. Al darse cuenta vio que se acercaba Dios y que llevaba una maleta consigo.

Y Dios le dijo:

- Bien hijo es hora de irnos.

El hombre asombrado preguntó:

- ¿Ya? ¿Tan pronto? Tenía muchos planes....

- Lo siento pero es el momento de tu partida.

- ¿Qué traes en la maleta? preguntó el hombre.

Y Dios le respondió,

- ¡¡¡Tus pertenencias!!!

- ¿¿Mis pertenencias?? ¿Traes mis cosas, mi ropa, mi dinero?

Dios le respondió:

- Eso nunca te perteneció, eran de la tierra.

- ¿Traes mis recuerdos?

- Esos nunca te pertenecieron, eran del tiempo.

- ¿Traes mis talentos?

- Esos no te pertenecieron, eran de las circunstancias.

- ¿Traes a mis amigos, a mis familiares?

- Lo siento , ellos nunca te pertenecieron, eran del camino.

- ¿Traes a mi mujer y a mis hijos?

- Ellos nunca te pertenecieron, eran de tu corazón.

- ¿Traes mi cuerpo?

- Nunca te perteneció, ese era del polvo.

- ¿Entonces traes mi alma?

- ¡No! Esa es mía.

Entonces el hombre lleno de miedo, le arrebató a Dios la maleta y al abrirla se dio cuenta que estaba vacía..... Con una lágrima de desamparo brotando de sus ojos, el hombre dijo:

- ¿Nunca tuve nada?

- Así es, cada uno de los momentos que viviste fueron solo tuyos. ¡¡La vida es solo un momento!! ¡¡¡Un momento solo tuyo!!!

Por eso, mientras estés a tiempo, disfrútalo en su totalidad. Que nada de lo que crees que te pertenece te detenga.... ¡Vive el ahora! ¡¡Vive tu vida!! Y no te olvides de SER FELIZ, es lo único que realmente vale la pena! ¡Las cosas materiales y todo lo demás por lo que luchaste, se quedan aquí! ¡NO TE LLEVAS NADA!

Valora a quienes te valoran, no pierdas el tiempo con alguien que no tiene tiempo para ti.

Regala esta hermosa reflexión a todos los que quieras en este mundo y disfruta cada segundo que vivas. Eso es lo que te vas a llevar.

miércoles, 8 de abril de 2020

La vida tiene muchos significados

En una aldea china vivía un labrador con su hijo. Eran humildes y, aparte de la tierra, su única posesión era un caballo. Un mal día, el animal se escapó y dejó al hombre sin fuerza motriz para arar la tierra. Cuando sus vecinos acudieron a consolarle, él les agradeció la visita y preguntó:

- ¿Cómo podéis saber que ha sido una desgracia?

Todos se extrañaron de ese comentario y, al marcharse, comentaban en voz baja:

- No quiere aceptar la realidad. Dejemos que piense lo que quiera, con tal de que no se entristezca.

Una semana más tarde, el caballo retornó al establo, pero no venía solo: traía una hermosa yegua como compañía.

Al enterarse, todos entendieron la reacción del labrador. Fueron a visitarle y le felicitaron por su suerte:

- Antes tenías un solo caballo. Ahora tienes dos. ¡Enhorabuena!

- Muchas gracias por vuestras palabras - respondió el labrador -. Pero ¿cómo podéis saber que es una bendición? 

Esta vez pensaron que se había vuelto loco:

- ¿Será posible que no entienda que Dios le ha enviado un regalo?

Pero después, el hijo del labrador decidió domesticar a la yegua, pero el animal saltó de una manera inesperada y golpeó al muchacho rompiéndole una pierna.

Los vecinos fueron de nuevo a ver al labrador. El alcalde, solemne, declaró que todos estaban muy tristes por lo sucedido.

El hombre agradeció el cariño, pero preguntó:

- ¿Cómo podéis saber si lo ocurrido ha sido una desgracia?Ser feliz
Todos se quedaron estupefactos, pues nadie duda de que el accidente de un hijo es una tragedia. Al salir de la casa del labrador, se decían entre sí:

- ¡Este hombre está fatal! Su único hijo se puede quedar cojo y aún duda de que lo ocurrido sea una adversidad.

Al cabo de unas semanas, Japón declaró la guerra a China y el ejército reclutó a todos los jóvenes para ir al frente. A todos menos al hijo del labrador, que tenía la pierna rota. Ninguno de los muchachos de la zona retornó vivo.

Pasó el tiempo. Los dos animales tuvieron crías que rindieron buen dinero y, lo que es mejor, el hijo se recuperó. El labrador pasaba frecuentemente a visitar a sus vecinos para consolarlos y ayudarlos ya que ellos siempre se habían mostrado solidarios.

Siempre que alguno se quejaba, el labrador decía:

- ¿Cómo sabes que es una desgracia?

Y si alguien se alegraba mucho, él preguntaba:

- ¿Cómo sabes si esto es una bendición?

Y los hombres de aquella aldea entendieron que, más allá de las apariencias, la vida tiene muchos significados.


Ser feliz en Alaska, Rafael Santandreu

martes, 7 de abril de 2020

Fábula del tonto

Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas.

Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 céntimos y otra de menor tamaño, pero de un euro .Él siempre tomaba  la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.   

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había  percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió: 

- Lo sé señor,  vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el juego se acaba y no voy a ganar más mi moneda. 

Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:  

La primera: Quien parece tonto, no siempre lo es.   

La segunda: ¿Cuáles son los verdaderos tontos de la historia? 

La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos. 

La cuarta, y la conclusión más interesante: Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.                   

MORALEJA
'El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente'.

lunes, 6 de abril de 2020

Uno recoge lo que siembra

Una mañana una mujer bien vestida se paró frente a un hombre desamparado, quien lentamente levantó la vista... y miro claramente a la mujer que parecía acostumbrada a las cosas buenas de la vida. Su abrigo era nuevo. Parecía que nunca se había perdido una comida en su vida. Su primer pensamiento fue: "Solo se quiere burlar de mi", como tantos otros lo habían hecho ... 

"Por Favor Déjeme en paz !! gruñó el Indigente... 

Para su sorpresa, la mujer siguió enfrente de él. Ella sonreía, sus dientes blancos mostraban destellos deslumbrantes. 

"¿Tienes hambre?" preguntó ella. 

"No", contestó sarcásticamente. "Acabo de llegar de cenar con el presidente ... Ahora vete." 

La sonrisa de la mujer se hizo aún más Grande. 

De pronto el hombre sintió una mano suave bajo el brazo. 

"¿Qué hace usted, señora?" -preguntó el hombre enojado. "¡¡Le digo que me deje en paz!!" 

Justo en ese momento un policía se acercó. 

"¿Hay algún problema, señora?" -le preguntó el oficial.

"No hay problema aquí, oficial, contestó la mujer. "Sólo estoy tratando de ayudarle para que se ponga de pie. ¿Me ayudaría?"  

El oficial se rascó la cabeza. 

"Si, el Viejo Juan, ha sido un estorbo por aquí por los últimos años. ¿Qué quiere usted con él?" - preguntó el oficial.

"Ve la cafetería de allí?" -preguntó ella. "Yo voy a darle algo de comer y sacarlo del frío por un ratito." 

"¿Está loca, señora?" el pobre desamparado se resistió. "Yo no quiero ir ahí! 

Entonces sintió dos fuertes manos agarrándolo de los brazos y lo levantaron. 

"Déjame ir oficial, yo no hice nada."

"Vamos viejo, esta es una buena oportunidad para ti," el oficial le susurro al oído." 

Finalmente, y con cierta dificultad, la mujer y el agente de policía llevaron al viejo Juan a la cafetería y lo sentaron en una mesa en un Rincón de la cafetería. Era casi mediodía , la mayoría de la gente ya había almorzado y el grupo para la comida aún no había llegado.

El gerente de la cafetería se acercó y les preguntó: "¿Qué está pasando aquí, oficial?" "¿Qué es todo esto? Éste hombre está en problemas?"

"Esta señora lo trajo aquí para que coma algo," respondió el policía. 

"¡Oh no, aquí no!" el gerente respondió airadamente. "¡¡¡Tener una persona como éste aquí es malo para mi negocio!!! 

El viejo Juan esbozó una sonrisa con sus pocos dientes. "Señora, se lo dije. Ahora, ¿si van a dejarme ir? Yo no quería venir aquí desde un principio."

La mujer se dirigió al gerente de la cafetería y sonrió. "Señor, ¿está usted familiarizado con Hernández y Asociados, la firma bancaria que esta a dos calles?"

"Por supuesto que los conozco", respondió el administrador con impaciencia. "Ellos tienen sus reuniones semanales en una de mis salas de banquetes."

"¿Y se gana una buena cantidad de dinero con el suministro de alimentos en estas reuniones semanales?", preguntó la señora.

"¿Y eso que le importa a usted?"

"Yo, señor, soy Penélope Hernández, presidente y dueña de la compañía". 

“¡¡Oh, perdón!!" dijo el gerente.

La mujer sonrió de nuevo. "Pensé que esto podría hacer una diferencia en su trato."

"¿Le gustaría tomar con nosotros una taza de café o tal vez una comida, oficial?" Le dijo al policía, que fuertemente trataba de contener una carcajada.

"No, gracias, señora", replicó el oficial. "Estoy de servicio".

"Entonces, quizá, una taza de café para llevar?" 

"Sí, señora. Eso estaría mejor".

El gerente de la cafetería giró sobre sus talones como recibiendo una orden. – “Voy a traer el café para usted de inmediato señor oficial." 

El oficial lo vio alejarse. Y opino:"Ciertamente lo ha puesto en su lugar", dijo. 

"Esa no fue mi intención" dijo la señora. "Lo crea o no, tengo una buena razón para todo esto". 

Se sentó a la mesa frente a su invitado a cenar. Ella lo miró fijamente. "Juan ¿te acuerdas de mí?".

El viejo Juan miró su rostro, el rostro de ella, con los ojos legañosos: "Creo que sí - dijo -, se me hace familiar". 

"Mira Juan, quizá estoy un poco mas grande, pero mírame bien", dijo la señora."Tal vez me veo más llenita ahora ... pero cuando tu trabajabas aquí hace muchos años vine aquí una vez, y por esa misma puerta, muerta de hambre y frío".

Algunas lágrimas posaron sobre sus mejillas.

"¿Señora?" dijo el Oficial. No podía creer lo que estaba presenciando, ni siquiera pensar que la mujer podría llegar a tener hambre.

"Yo acababa de graduarme en la Universidad", la mujer comentó. "y había llegado a la ciudad en busca de un trabajo, pero no pude encontrar nada". Con la voz quebrantada la mujer continuaba. "Pero cuando me quedaban mis últimos centavos y me habían echado de mi apartamento, caminaba por las calles, y era febrero y hacía frío, y casi muerta de hambre, vi este lugar y entré con un poco de esperanza de conseguir algo de comer. " Con lágrimas en sus ojos la mujer siguió hablando. "Juan me recibió con una sonrisa".

"Ahora me acuerdo", dijo Juan. "Yo estaba detrás del mostrador de servicio. Se acercó y me preguntó si podría trabajar por algo de comer”. 

“ Me dijiste que estaba en contra de la política de la empresa". - Continuó la mujer. - "Entonces, tú me hiciste el sándwich de carne mas grande que había visto nunca... me diste una taza de café, y me fui a un rincón a disfrutar de mi comida. Tenía miedo de que te metieras en problemas. Luego, cuando miré y te vi a poner el precio de la comida en la caja registradora, supe entonces que todo iba a estar bien ". 

"¿Así que usted comenzó su propio negocio?" Preguntó el viejo Juan. 

"Si, encontré un trabajo esa misma tarde. Trabajé muy duro, y me fui hacia arriba con la ayuda de Dios. Eventualmente empecé mi propio negocio que, con la ayuda de Dios, prosperó." 

Ella abrió su bolso y sacó una tarjeta. 

"Cuando termines aquí , quiero que vayas a hacer una visita al señor Martínez. Él es el director de personal de mi empresa. Iré a hablar con él y estoy segura de que encontrará algo para que puedas hacer algo en la oficina". Ella sonrió. "Creo que incluso podría darte un adelanto, lo suficiente para que puedas comprar algo de ropa y conseguir un lugar para vivir hasta que te recuperes. Si alguna vez necesitas algo, mi puerta está siempre abierta para ti Juan." 

Hubo lágrimas en los ojos del anciano. "¿Cómo voy a agradecer?", preguntó. 

"No me des las gracias", respondió la mujer. "A Dios dale la gloria. Él me trajo a ti." 

Fuera de la cafetería, el oficial y la mujer se detuvieron y antes de irse cada uno por su lado la señora Hernández dijo:

"Gracias por toda su ayuda, oficial." 

“Al contrario", dijo el oficial, "gracias a usted vi un milagro hoy, algo que nunca voy a olvidar. Y ... Y gracias por el café."

Que Dios te bendiga siempre y no te olvides que cuando tiramos el pan sobre las aguas, nunca sabes cuando será devuelto a ti. Dios es tan grande que puede cubrir todo el mundo con su amor y a la vez tan pequeño para entrar en tu corazón. 

Cuando Dios te lleva al borde del acantilado, confía en Él plenamente y déjate llevar. 
Sólo 1 de 2 cosas va a suceder, o él te sostiene cuando tu te caes, o te va a enseñar a volar.

¿Qué es lo que te encanta hacer?

¿No lo sabes?

Quizá te cuesta pensar en eso.

O simplemente tratas de hacer algo que otros hacen, porque tienen éxito.

Quizá no te has puesto a pensar, qué es lo que te hace realmente feliz.

¿Qué tipo de actividades te gusta hacer?

¿Pintar?

¿Dibujar?

¿Cocinar?

¿Tocar algún instrumento musical?

 Cuanto más ames lo que estás haciendo, más abundancia atraerás en tu vida.

Si estás tratando de ser otra persona, bloquearás el flujo de la abundancia porque no te encuentras en el espacio del corazón, sino en el espacio de la mente.

Si alguien tiene éxito en algo, no es por lo que hacen, sino por lo que son.

Cosas muy diferentes.

Así que empieza hoy atraer la abundancia y no permitas que tú seas tu propio enemigo al apagar lo que amas hacer.

domingo, 5 de abril de 2020

Mejor dejar las cosas como están

El mulá Nasrudín se hallaba en su jardín. Había estado trabajando toda la mañana en el huerto y se sentó a la sombra para refrescarse.

Observando una hermosa calabaza, pensó: "Alá, tu sabiduría es grande, pero hay algunas cosas que yo hubiese hecho de otra forma. Fíjate en esa impresionante calabaza que crece tirada por el suelo. Y después mira la nuez: una pequeña cosa que crece colgada de un árbol imperial. Yo lo hubiese hecho al revés: las gloriosas calabazas colgarían de magníficos árboles y las nueces saldrían de la tierra".

Y así se quedó un buen rato, ufano, imaginando otras creaciones. Una suave brisa movió las ramas que había sobre su cabeza.De repente, una nuez cayó sobre la calva redonda del mulá haciendo un ruido seco al golpear. Nasrudín soltó un grito y enseguida le salió un chichón. Pero entonces, en ese mismo lugar, decidió postrarse ante Dios. Sonriendo, dijo:

- Oh, Alá, perdóname. Tu sabiduría es realmente grande. Si hubiese sido yo el que hubiese dispuesto las cosas sobre la Tierra, ahora no estaría rezándote, sino en el hospital descoyuntado por el impacto de una calabaza.


Ser feliz en Alaska (Rafael Santandreu)

miércoles, 1 de abril de 2020

Clase magistral de economía

Hace rato que la crisis viene azotando un pequeñisimo pueblo, todos tienen deudas y viven a base de créditos.

Por fortuna, llega un ruso mafioso forrado de plata y entra en el único pequeño hotel del lugar. Pide una habitación. Pone un billete de 100 dólares en la mesa de la recepcionista y se va a ver las habitaciones.

El dueño del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.

Éste toma el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.

A su turno éste sale corriendo para pagar lo que le debe al molino proveedor de alimentos para animales.

El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con María, la prostituta a la que hace tiempo que no le paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.

La prostituta con el billete en mano sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado y le entrega el billete al dueño del hotel.

En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, toma el billete y se va.

Nadie ha ganado un centavo, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!!!

MORALEJA: ¡¡¡SI EL DINERO CIRCULA SE ACABA LA CRISIS !!

 No sé quien fue el genio que lo escribió … pero es excelente ...

domingo, 29 de marzo de 2020

Cicatrices

Un día caluroso de verano en el sur de Florida, un niño decidió ir a nadar en la laguna que había detrás de su casa. Salió corriendo por la puerta trasera, se tiró en el agua y nadaba feliz. Su madre desde la casa lo miraba por la ventana y vio con horror que se avecinaba un gran peligro. Enseguida corrió hacia su hijo gritándole para advertirle, el niño al oírla se alarmó y nadó hacia el muelle, pero fue demasiado tarde.

Desde el muelle la mamá agarró al niño por los brazos justo cuando el caimán le agarraba las piernas. La mujer tiraba con determinación, con toda la fuerza de su corazón. El cocodrilo era más fuerte, pero la madre era mucho más apasionada y su amor no la abandonaba. Un hombre que escuchó los gritos se apresuró hacia el lugar con una pistola y mató al cocodrilo.

El niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron bastante, aún pudo volver a caminar.

Cuando salió del trauma, un periodista le preguntó al niño si le quería enseñar las cicatrices de sus piernas. El niño levanto la colcha y se las mostró. Pero entonces, con gran orgullo se remango las mangas y dijo: "Pero las que usted debe de ver son estas". Eran las marcas de las uñas de su mamá que habían presionado con fuerza. "Las tengo porque mamá no me soltó y me salvó la vida".


Moraleja:

Nosotros también tenemos cicatrices de un pasado doloroso. Algunas son causadas por nuestros pecados, pero algunas son la huella de Dios que nos ha sostenido con fuerza para que no caigamos en las garras del mal.

Dios te bendiga siempre, y recuerda que si te ha dolido alguna vez el alma, es porque Dios, te ha agarrado demasiado fuerte para que no caigas.