sábado, 6 de octubre de 2012

El amanecer

Un rabino preguntó una vez a sus alumnos si sabían cuándo terminaba la noche y empezaba el nuevo día.

- Cuando se puede distinguir un animal a distancia y saber si es una oveja o un perro - sugirió un discípulo.

- No, te equivocas - dijo el rabino.

- Cuando se puede diferenciar un árbol a distancia y saber si es una higuera o un ciruelo - sugirió otro.

- No, te equivocas - volvió a decir el rabino.

- Y entonces - replicaron los discípulos - ¿cuándo?

- Pues muy sencillo. Cuando a distancia se puede distinguir la cara de un ser humano y saber si es tu hermano o tu hermana. Porque cuando no lo sabes, sea la hora que sea, siempre será de noche.

miércoles, 3 de octubre de 2012

La horca

Una antigua leyenda peruana habla de una ciudad donde todos eran felices. Sus habitantes hacían lo que querían y se entendían bien, menos el alcalde, que vivía triste porque no había nada que gobernar.

La prisión estaba vacía, el tribunal nunca se utilizaba, y la notaría no daba beneficio, porque la palabra valía más que el papel.

Un día, el alcalde mandó venir trabajadores de lejos, que cerraron con vallas el centro de la plaza principal; se oyeron martillos golpeando y sierras cortando madera.

Al cabo de una semana, el alcalde invitó a todos los ciudadanos a la inauguración.

Solemnemente, las vallas fueron retiradas y apareció... una horca.

La gente comenzó a preguntarse qué hacía allí aquella horca. Con miedo, empezaron a acudir a la justicia para cualquier cosa que antes se resolvía de común acuerdo. Recurrían al notario para registrar documentos que antes eran sustituidos por la palabra. Y volvieron a escuchar al alcalde, por miedo a la ley.

La leyenda dice que la horca nunca fue usada. Pero bastó su presencia para cambiarlo todo.

Paulo Coelho