Nuestros enemigos

Un ex convicto de un campo de concentración nazi fue a visitar a un amigo que había compartido con él tan penosa experiencia.

"¿Has olvidado ya a los nazis?", le preguntó a su amigo.

"Sí", dijo este.

"Pues yo no. Aún sigo odiándolos con toda mi alma".

Su amigo le dijo apaciblemente:

"Entonces, aún siguen teniéndote prisionero".

Nuestros enemigos no son los que nos odian, sino aquellos a quienes nosotros odiamos.

Anthony de Melo

7 preguntas

Hace poco me escribió uno de mis maestros y me puso a pensar profundamente sobre varios aspectos de la vida.

Me dijo que entre más cultivara estos elementos, mejor me iría en la vida, tanto en lo espiritual como en lo material.

Y pienso que tiene mucha razón.

Algunas de estas preguntas fueron:

"¿He creado más valor para otras personas del que he tomado?"

"¿Mi contribución a los demás es positiva o negativa?"

"¿He hecho del mundo un mejor lugar por estar aquí?"

"¿He hecho que otros sonrían porque yo les he sonreído primero?"

"¿Dejaré un legado que seguirá creando valor y significado para que otros lo sigan?"

"¿Ayudé a los demás a sentirse apreciados, relevantes y respetados?"

"¿Puedo ser mejor persona cada día? ¿Y de ser así, cómo lo estoy haciendo?"

Después de estas preguntas, podía sentir como la pequeña ardilla en mi cabeza se levantaba y se ponía a correr.

O en otras palabras, me puse a pensar.

¿Cómo puedo agregar más valor a la vida de quienes me rodean?

Y sigo pensando en ello.

Si tienes alguna sugerencia, soy todo oídos (u ojos, en este caso).

Ten un excelente día,
Esteban (Gutenberg)

Los muros que nos aprisionan

Un oso recorría constantemente, arriba y abajo, los seis metros de largo de la jaula.

Cuando, al cabo de cinco años, quitaron la jaula, el oso siguió recorriendo arriba y abajo los mismos seis metros, como si aún estuviera en la jaula.

Y lo estaba...para él.

Los muros que nos aprisionan son mentales, no reales. 

                                                                                                                     Anthony de Melo                                               

El "poder" que te dará una enorme confianza en ti mismo

Hoy vamos a hablar sobre un "poder" que pocos usan, pero que te dará una enorme confianza. Y es posible que te parezca muy extraño lo que te diré a continuación.

Pero presta atención.

Este "poder" ha sido usado por miles de personas para hacerse invulnerables a las críticas. Para comandar respeto entre los demás y hacerse más queridos. ¿Y qué es exactamente? Lo siguiente:

Aceptar tus errores y tus defectos, y usarlos a tu favor.

Verás, todos tenemos errores y defectos. Pero rara vez los aceptamos. Lo usual es que escondamos nuestros defectos y nuestros errores, y esto nos hace vulnerables. Pero en el momento en que los aceptas, los muestras, y te burlas de ellos...

...en ese momento te vuelves invulnerable. Justamente porque pocos lo hacen.

Y aprovechando, quiero contarte sobre una película que vi hace años llamada 8 Mile. En ella aparece un rapero famoso llamado Eminem interpretando a un personaje llamado "B-Rabbit". Y para no hacerte la historia larga, en un momento se tiene que enfrentar con otro rapero en un combate verbal. Su oponente sabe la historia de su vida y sus debilidades... pero B-Rabbit no tira la toalla. Antes de que su oponente diga cualquier cosa sobre él, B-Rabbit muestra sus defectos y sus errores.

¿Sabes qué sucedió? Su oponente se quedó sin "municiones". No pudo decirle nada más. B-Rabbit, se había vuelto invulnerable a las críticas.

Ahora te toca a ti.

Piensa en tus debilidades, tus vulnerabilidades, tus errores y defectos.

Cada una de ellas tiene un beneficio.

Cada una puede funcionarte a tu favor.

Te lo dejo para que lo pienses.

Ten un buen día,

Esteban (Gutenberg)

¿A quién le harías caso?

Quizá te ha sucedido, o quizá conoces a alguien a quien le haya pasado:

Empiezas un proyecto de algo que te entusiasma mucho y alguien comienza a envenenarte con comentarios negativos.

Y entre más le comentas sobre lo que has hecho, más empieza a despreciar tus ideas.

Ahora...

Quizá también has conocido a alguien que te ha alentado a que sigas tus sueños.

O quienes te han ayudado en momentos difíciles.

¿A quién le harías caso?

Probablemente a quien te ha motivado a que a sigas tus sueños.

O a quien ha calmado tu dolor en esos días difíciles.

Y algo así sucede cada día.

Por eso, la lección del día es:
Cuando empieces a escuchar comentarios negativos, fíjate de quién viene.

Fíjate si realmente están tratando de ayudarte a construir, o si sólo es negatividad pura.

Acércate a las personas que sí traen cosas buenas a tu vida.

Aquellos que te quieren y no se olvidan de ti.

Y cuando dudes, pregúntate:

¿A quién le haría caso?

Ten un gran día,
Esteban (Gutenberg)

Dar para recibir

En el libro de Influencia del Dr. Robert Cialdini, menciona su primer principio:

Reciprocidad.

Podría "traducirse" como "dar para recibir".

Resulta que Cialdini hizo varios experimentos en los que encontró que al dar algo antes de pedir, las probabilidades de obtener lo que queremos aumentan.

Uno de los experimentos lo hizo en un restaurante. Específicamente con las propinas.

En éste, un camarero le daba una chicle de menta al comensal al final de su pago.

La propina que obtenía crecía un 3%.

Si daba dos chicles, la propina aumentaba un 14%.

Pero si el camarero les entregaba la cuenta, daba unos pasos para irse, volvía y decía "para ustedes, por ser lindas personas", la propina aumentaba un 23%.

Este principio enseña que hay que dar antes que recibir, y hacerlo de una manera personalizada e inesperada para obtener mayores resultados.

Posibilidades de no entenderse

Hace poco vi un mensaje que decía:

"Entre lo que pienso,

lo que quiero decir,

lo que creo decir,

lo que digo,

lo que quieres oír,

lo que oyes,

lo que crees entender,

lo que quieres entender y

lo que entiendes,

existen nueve posibilidades de no entenderse."

¿Alguna vez te ha pasado?

Por ejemplo... le dices algo a una persona y entiende lo opuesto.

¿Te ha sucedido?

Es algo usual.

Hasta existe un juego llamado "teléfono escacharrado" en el que se muestra esto de una forma simple.

Pero... ¿qué podemos hacer?

Lo primero es ser empáticos.

¿Y qué es eso?

Ponernos en los zapatos del otro.

Tratar de ver las cosas desde su punto de vista.

Entender que no todos tuvieron la vida que uno tiene, por lo que cada quien ve el mundo de una forma muy distinta.

¿Y después?

Preguntar.

Sin acusar, sino con una verdadera actitud de querer entender.

Haz estas dos cosas y verás que tu comunicación mejorará bastante.