domingo, 25 de octubre de 2015

Es hija mía

El 3 de noviembre de 1903 viene al mundo la primera hija de Mahler, María, llamada así en recuerdo de la madre del compositor. Cuando Mahler se enteró de que se trataba de un parto de nalgas exclamó:

"Desde luego es hija mía, pues enseguida ha enseñado al mundo el lado que merece".

Biografía de Mahler, Sylvie Dernoncourt

domingo, 4 de octubre de 2015

Los sueños

 
Los sueños tienen el gran poder de transformar nuestra realidad más allá de nuestros victimismos y de sorprender a nuestra mente con los atajos más inesperados. El hecho de que el ser humano sea depositario de ellos habla de nuestra grandeza, algo que es imprescindible revelar en nuestras aulas y familias. Los sueños vienen de otras dimensiones de nuestra conciencia, por eso pueden ser tan atrevidos, ya que en ellos no está el freno de nuestras experiencias limitantes. La parte de nuestra sabiduría a salvo de estas experiencias es la que representa la inocencia de nuestro niño interior, por eso considero a éste como el guardián de nuestros sueños. Nuestra educación nos ha hecho pensar que el niño que encarnamos físicamente deja de existir cuando nos "hacemos" adultos, precisamente esa es la razón por la cual nos es tan difícil conocer nuestros propios sueños.
Para poder hacer realidad nuestros sueños hemos de contar con todas nuestras edades, pues si bien el niño los conoce no tiene el arrojo del adolescente, ni la experiencia del maduro, ni la visión de conjunto de la vejez. Para que un sueño aterrice en nuestra cotidianidad es necesaria una danza que integre todas las sabidurías de nuestras edades y que siga la música de nuestro corazón, el gran director de orquesta de nuestros sueños.
 
23 maestros de corazón, Carlos González Pérez
 
 
Que nunca dejemos de soñar
 
 


sábado, 12 de septiembre de 2015

Un niño

Erase una vez un niño que acudía por primera vez a la escuela. El niño era muy pequeñito y la escuela muy grande. Pero cuando el pequeño descubrió que podía ir a su clase con sólo entrar por la puerta del frente, se sintió feliz.

Una mañana, estando el pequeño en la escuela, su maestra dijo: Hoy vamos a hacer un dibujo. Qué bueno- pensó el niño, a él le gustaba mucho dibujar, él podía hacer muchas cosas: leones y tigres, gallinas y vacas, trenes y botes. Sacó su caja de colores y comenzó a dibujar.

Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de empezar, y ella esperó a que todos estuvieran preparados. Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar flores. ¡Qué bueno! - pensó el niño, - me gusta mucho dibujar flores, y empezó a dibujar preciosas flores con sus colores.

Pero la maestra dijo: - Esperen, yo les enseñaré cómo, y dibujó una flor roja con un tallo verde. El pequeño miró la flor de la maestra y después miró la suya, a él le gustaba más su flor que la de la maestra, pero no dijo nada y comenzó a dibujar una flor roja con un tallo verde igual a la de su maestra.

Otro día cuando el pequeño niño entraba a su clase, la maestra dijo: Hoy vamos a hacer algo con barro. ¡Qué bueno! pensó el niño, me gusta mucho el barro. Él podía hacer muchas cosas con el barro: serpientes y elefantes, ratones y muñecos, camiones y carros y comenzó a estirar su bola de barro.

Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de comenzar y luego esperó a que todos estuvieran preparados. Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar un plato. ¡Qué bueno! pensó el niño. A mí me gusta mucho hacer platos y comenzó a construir platos de distintas formas y tamaños.

Pero la maestra dijo: -Esperen, yo les enseñaré cómo y ella les enseñó a todos cómo hacer un profundo plato. -Aquí tienen, dijo la maestra, ahora pueden comenzar. El pequeño niño miró el plato de la maestra y después miró el suyo. A él le gustaba más su plato, pero no dijo nada y comenzó a hacer uno igual al de su maestra.

Y muy pronto el pequeño niño aprendió a esperar y mirar, a hacer cosas iguales a las de su maestra y dejó de hacer cosas que surgían de sus propias ideas.

Ocurrió que un día, su familia, se mudó a otra casa y el pequeño comenzó a ir a otra escuela. En su primer día de clase, la maestra dijo: Hoy vamos a hacer un dibujo. Qué bueno pensó el pequeño niño y esperó que la maestra le dijera qué hacer.

Pero la maestra no dijo nada, sólo caminaba dentro del salón. Cuando llegó hasta el pequeño niño ella dijo: ¿No quieres empezar tu dibujo? Sí, dijo el pequeño ¿qué vamos a hacer? No sé hasta que tú no lo hagas, dijo la maestra. ¿Y cómo lo hago? - preguntó. Como tú quieras contestó. ¿Y de cualquier color? De cualquier color dijo la maestra. Si todos hacemos el mismo dibujo y usamos los mismos colores, ¿cómo voy a saber cuál es cuál y quién lo hizo? Yo no sé, dijo el pequeño niño, y comenzó a dibujar una flor roja con el tallo verde.”

Helen Buckley

domingo, 6 de septiembre de 2015

Reconocimiento a Rossini

Cuando ya parecía próxima su muerte, supo que había una propuesta de hacer una colecta para erigir una estatua en su honor. Al saberlo, el gran músico dijo: "Denme los dos mil francos y yo mismo permaneceré quieto sobre el pedestal".

Historias de la historia de la música, Lawrence Lindt

sábado, 22 de agosto de 2015

Los animales aceptan y los humanos esperan


Nunca oiréis a un conejo decir: "espero que el sol salga esta mañana para poder ir al lago a jugar".

Si el sol no sale, no le estropeará el día al conejo.

Es feliz siendo un conejo.

El caballero de la armadura oxidada
 
Cuando aprendáis a aceptar en lugar de esperar, tendréis menos decepciones.

miércoles, 28 de enero de 2015

Los jóvenes y la Iglesia

Por lo general, los jóvenes están muy lejos de la Iglesia. No necesariamente porque tengan algo contra ella, sino porque, sencillamente, no somos interesantes, nuestra propuesta de fe les es irrelevante. ¿Qué hacer?
 
Algunas sugerencias de Enzo Biemmi:
 
1. Hay que ir a los jóvenes allí donde están. Su mundo nos es generalmente desconocido, pero es un mundo lleno de vitalidad, de interrogantes y expectativas.
 
2. Debemos atrevernos a proponerles algo. Si únicamente les esperamos, transformaremos las parroquias en salas de espera vacías.
 
3. La propuesta que les hagamos no tiene que deslumbrarles a base de efectos especiales: ellos ya saben cómo divertirse y distraerse. Lo que podemos proponerles es una experiencia de interioridad, de espiritualidad, de silencio, de oración.
 
4. Ellos aprecian las cosas bellas. El camino de la belleza es para ellos el camino real de la fe. El arte, la música, las flores... son los lenguajes que entienden y aman.
 
5. Los jóvenes van con los jóvenes. Ellos se evangelizan mutuamente.
 
Tal vez el camino para acercarlos al Evangelio pueda ser que las puertas de las iglesias sean de cristal y que dentro haya siempre una luz encendida.
 

sábado, 3 de enero de 2015

La rana sorda

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.
 
Cuando vieron cuan hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.
 
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.
 
Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.
 
Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió.
 
Ella se desplomó y murió.
 
La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.
 
Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando.
 
Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente logró salir del hoyo.
 
Cuando salió, las otras ranas le dijeron: "nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos".
 
La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.
 
Moraleja:
 
1. La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo y finalizar el día.
 
2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser o que le acabe de destruir. Tengamos cuidado con lo que decimos.
 
3. Una persona especial es la que se da tiempo para animar a otros.
 
Una referencia relacionada:
 
En los Estados Unidos de Norteamérica, en la NASA, hay un poster muy lindo de una abeja, el cual dice así:
 
"Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no está hecho para volar, lo bueno es que la abeja no lo sabe".
 
¿Qué te parece si hacemos oídos sordos a las cosas negativas y comenzamos a animarnos y a hacer algo todos para que este tiempo que nos toca vivir sea mucho mejor para todos?