miércoles, 28 de enero de 2015

Los jóvenes y la Iglesia

Por lo general, los jóvenes están muy lejos de la Iglesia. No necesariamente porque tengan algo contra ella, sino porque, sencillamente, no somos interesantes, nuestra propuesta de fe les es irrelevante. ¿Qué hacer?
 
Algunas sugerencias de Enzo Biemmi:
 
1. Hay que ir a los jóvenes allí donde están. Su mundo nos es generalmente desconocido, pero es un mundo lleno de vitalidad, de interrogantes y expectativas.
 
2. Debemos atrevernos a proponerles algo. Si únicamente les esperamos, transformaremos las parroquias en salas de espera vacías.
 
3. La propuesta que les hagamos no tiene que deslumbrarles a base de efectos especiales: ellos ya saben cómo divertirse y distraerse. Lo que podemos proponerles es una experiencia de interioridad, de espiritualidad, de silencio, de oración.
 
4. Ellos aprecian las cosas bellas. El camino de la belleza es para ellos el camino real de la fe. El arte, la música, las flores... son los lenguajes que entienden y aman.
 
5. Los jóvenes van con los jóvenes. Ellos se evangelizan mutuamente.
 
Tal vez el camino para acercarlos al Evangelio pueda ser que las puertas de las iglesias sean de cristal y que dentro haya siempre una luz encendida.
 

sábado, 3 de enero de 2015

La rana sorda

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.
 
Cuando vieron cuan hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.
 
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.
 
Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.
 
Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió.
 
Ella se desplomó y murió.
 
La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.
 
Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando.
 
Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente logró salir del hoyo.
 
Cuando salió, las otras ranas le dijeron: "nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos".
 
La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.
 
Moraleja:
 
1. La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo y finalizar el día.
 
2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser o que le acabe de destruir. Tengamos cuidado con lo que decimos.
 
3. Una persona especial es la que se da tiempo para animar a otros.
 
Una referencia relacionada:
 
En los Estados Unidos de Norteamérica, en la NASA, hay un poster muy lindo de una abeja, el cual dice así:
 
"Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no está hecho para volar, lo bueno es que la abeja no lo sabe".
 
¿Qué te parece si hacemos oídos sordos a las cosas negativas y comenzamos a animarnos y a hacer algo todos para que este tiempo que nos toca vivir sea mucho mejor para todos?