domingo, 9 de julio de 2017

Pensamiento divergente

En 1968, George Land realizó un estudio que comprobaba la capacidad del pensamiento divergente, la capacidad de encontrar diversas respuestas a una pregunta, buscar diferentes usos a un objeto, esto es, la creatividad, la capacidad de soñar, visualizar, de salir de un pensamiento cuadriculado y condicionado para encontrar más alternativas. Este estudio se basaba en una prueba que utilizaba la NASA para seleccionar ingenieros y científicos innovadores. Una pregunta de las que se hacían, por ejemplo, podía ser que se imaginaran todos los usos posibles y alternativos de un tenedor. El estudio de George Land se realizó a 1.600 niños de cinco años, y el protocolo de la prueba indicaba que a partir de un número determinado de respuestas era considerado como un genio creativo.
 
¿Cuál fue el porcentaje de genios creativos entre esa muestra de niños? Asombrosamente, del 98 por ciento. Lo que ese estudio demuestra es que el 98 por ciento de los niños nacen con capacidades extraordinarias para la creatividad.
 
El estudio era a largo plazo, por lo que cinco años después, cuando esos niños tenían diez años volvió a hacérseles una prueba. El resultado fue también asombroso, pero en sentido negativo, ya que tan sólo el 38 por ciento llegó a los mismos niveles que tenían a la edad de cinco años. Cuando habían cumplido quince años se repitió el test con un resultado del 12 por ciento.
 
La misma prueba se efectuó a 280.000 adultos. Los resultados reflejaron que tan sólo el 2 por ciento llegaba al nivel de genio. La conclusión es que la creatividad no se aprende, nacemos con ella. La educación actual y el entorno, en vez de aumentar nuestras capacidades, las disminuye. En los primeros años de educación, vamos adquiriendo pensamientos limitadores que nos reprimen, perdiendo nuestro potencial a una velocidad alarmante. Todo ello demuestra que hay algo que no funciona, que hay algo que está restringiendo nuestras capacidades, y que tenemos muchas cosas que cambiar.
 
Donde tus sueños te lleven, Javier Iriondo

No hay comentarios:

Publicar un comentario