lunes, 10 de julio de 2017

Clase de catecismo

En una parroquia había clase de catecismo cada domingo después de la misa de los niños. Unos cuantos chicos un poco mayores se propusieron reírse de los pequeños. Según iban saliendo de la clase, eligieron a uno que tenía fama de listo.
 
Uno de los matones detiene al pequeño y le pregunta, como si fuera su profesor:
 
- A ver, ¿qué habéis aprendido hoy en la clase de catecismo?
 
- Pues cosas... - dice el pequeño tratando de zafarse.
 
- ¿Qué cosas? - le apremia el mayor.
 
- Cosas sobre Dios.
 
- Conque cosas sobre Dios, ¿eh? Mira - el matón saca 50 céntimos del bolsillo -, te daré esto si me dices dónde se puede encontrar a ese señor.
 
El pequeño, que era listo y no sólo de fama, se queda mirando los 50 céntimos y, como si se le ocurriese algo de repente, saca un euro y le dice:
 
- Y yo te doy esto si me dices donde no se puede encontrar a Dios.
 
Se quedaron los bravucones sin saber qué decir. Aprovechando su aturdimiento, el peque agarró la moneda del burlón y salió corriendo con una gran sonrisa en su cara.
 
En camino con Dios, Hedwig Lewis

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