viernes, 10 de agosto de 2012

Fabricante

En su éxito editorial El poder del pensamiento tenaz, el popular escritor Norman Vincent Peale narra una experiencia tragicómica que le ocurrió en el restaurante de un tren.

Peale estaba sentado enfrente de un matrimonio, al que no conocía. Era claro que la señora, envuelta en pieles, diamantes y moda de alta costura, estaba disgustada. Criticaba todo: el vagón le parecía sucio, le molestaba una corriente de aire, el servicio era horrible, y la comida, insípida. Su marido, por el contrario, era una persona cordial, afable, sencilla y complaciente. Se le veía embarazado por la actitud despectiva de su esposa, y también contrariado, ya que estaban en un viaje de recreo. Para cambiar la conversación, se volvió a Peale, le preguntó por su profesión y le dijo que él era abogado. Y, con una sonrisa un poco pícara, añadió:

 - Mi mujer es "fabricante", está en el negocio de la producción y manufactura.

Peale se sorprendió, porque la señora no daba la menos impresión de serlo, y así preguntó:

- ¿Y qué es lo que fabrica?

- Desdicha - contestó el buen hombre con un suspiro -. Fabrica su propia infelicidad.

Aunque suene extraño, hay una clase de gente que, según parece, tiene por "profesión" el vivir disgustada y triste y, de paso, hacer desgraciada la vida de cuantos viven a su alrededor. Vivir con tales personas y no dejar que su actitud negativa se nos pegue requiere cierto talento... y ¡sentido común!

Afortunadamente también nos encontramos con gente cuyo "negocio" es "fabricar alegría", "producir felicidad". ¡Qué necesaria es para todos esa gente en el camino de la vida!

Hedwig Lewis, S.J.  En camino con Dios

Y tú, ¿qué quieres: fabricar infelicidad o ser fabricante de alegría y productor de felicidad?

4 comentarios:

  1. Esta historia nos viene en estos momentos como anillo al dedo y es que, con la que está cayendo con la crisis, todo lo vemos negativo, sobre todo, porque no ves salida a tanto despropósito, tanto de un partido como de otro, tanto de nuestro país como la de los países miembros de la UE. Por eso, esta mañana, he decidido que voy a ser fabricante de felicidad, por lo menos voy a intentarlo. Con esta decisión, creo que he respondido a esa pregunta con la que termina tu historia. Gracias por compartirla conmigo.

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  2. Esta historia es real, puesto que refleja el sentir de mucha gente que solo hace infeliz a otras. Un abrazo por tu blog Sara, desde Huelva un abrazo enorme. MTP

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  3. Al leer esto me viene a la cabeza una pregunta: ¿era consciente esta mujer de estar generando su propia desdicha y la de quienes la rodeaban? Y de ser así, ¿por qué no optaba por cambiar? ¿Era feliz generando infelicidad?
    Tal vez tuviera razón y el vagón estuviera sucio y la comida fuera horrible (lo de la corriente de aire que le molestaba me resulta raro si llevaba puesto un abrigo de pieles), pero ¿no era mejor disfrutar de la compañía de su marido?
    Está claro que se trata de una cuestión de actitud y, desde luego, yo no quiero ser como esta señora. ¿Alguien sí?


    P.D: Gracias por invitarme a tu blog, Sara. ¡Ya era hora de que participara! Besos, MªCarmen.

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  4. Muy buenas y acertadas preguntas MªCarmen. Creo que hay personas que fabrican infelicidad y no son muy conscientes de ello, y otras que creen que son felices asi.
    Pienso que hay que disfrutar de la vida en todo momento, haciendo que los que tienes alrededor disfruten contigo porque puede que cuando te des cuanta sea demasiado tarde.

    ¡Gracias por vuestros comentarios!

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