domingo, 12 de agosto de 2012

Curación

Un poderoso monarca llamó a un santo padre, del que todos decían que tenía poderes curativos, para que lo ayudase con sus dolores de columna.

- Dios nos ayudará - dijo el hombre santo -. Pero antes vamos a entender la razón de estos dolores. La confesión hace que el hombre se enfrente con sus problemas, y lo libera de muchas cosas.

Y el sacerdote empezó a preguntarlo todo sobre la vida del rey, desde cómo trataba a su prójimo hasta las angustias y aflicciones de su reinado. El rey, molesto por tener que pensar en problemas, se volvió hacia el hombre santo.

- No quiero hablar de esos asuntos. Por favor, traedme a alguien que cure sin hacer preguntas. El padre salió y volvió media hora después con otro hombre.

- Éste es el hombre que necesitáis - dijo él -. Mi amigo es veterinario. No acostumbra a hablar con sus pacientes.


Paulo Coelho

2 comentarios:

  1. ¡Con lo bueno que es hablar con un sanador espiritual! ¿Qué le costaba al monarca haber contestado al sacerdote? Durante el caminar de cada día llevamos una mochila en la que echamos toda clase de cosas, buenas y malas. Las buenas nos sirven para que el camino sea más llevadero, pero las malas pesan mucho y debemos deshacernos de ellas lo antes posible. Esa mochila si no la vaciamos de vez en cuando, pues va creando ansiedades, contracturas, ataques al corazón e incluso cáncer. Con menos peso en la mochila caminaremos más ligeros y felices, porque a veces tendremos que subir cuestas que no son fáciles y es mejor ir con poco peso en la mochila.

    ResponderEliminar
  2. Precioso cuento, Sara. Genial lo del veterinario. Hay una disciplina que se llama FOCUSING, tiene que ver con entender las señales del cuerpo, con el significado de nuestras enfermedades y sobre la información que una dolencia nos puede proporcionar para identificar cuál o dónde está el bloqueo.
    Gracias Sara por este blog, tiene muy buena pinta!

    Besos

    ResponderEliminar