domingo, 12 de febrero de 2017

Aprender a andar ligeros

Cuentan que un turista en Israel quiso conocer al célebre rabino Hiel el Sabio. Cuando entró en su casa, le sorprendió ver que ésta consistía en una sola estancia llena de libros y un único taburete donde sentarse. El turista preguntó:

- Pero, Rabí, ¿dónde están sus muebles?
- ¿Y dónde están los tuyos? - replicó el sabio.
- Pero yo estoy aquí de paso...
- ¿Y cómo piensas que estoy yo? - concluyó el Rabí.

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