- Santo hombre - le dijo un novicio al padre Pastor -, tengo el corazón lleno de amor por el mundo, y el alma limpia de las tentaciones del demonio. ¿Cuál es mi próximo paso?
El padre le pidió que lo acompañase a visitar a un enfermo que necesitaba la extremaunción. Después de confortar a la familia, el padre vio que, en un rincón de la casa, había un baúl.
- ¿Qué hay dentro de ese baúl? - preguntó.
- La ropa que mi tío nunca usó - dijo el sobrino del enfermo -. Siempre pensó que surgiría la ocasión oportuna para ponérsela, pero acabó pudriéndose ahí dentro.
- No olvides ese baúl - dijo el padre Pastor a su discípulo cuando salieron -. Si tienes tesoros espirituales en tu corazón, ponlos en práctica ahora. O se pudrirán.
Maktub, Paulo Coelho
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