sábado, 1 de septiembre de 2012

Tocar para uno mismo

Ángela Pontual asistía a una obra de teatro en Broadway, y salió para tomar un whisky en el descanso. La sala de espera estaba llena; la gente fumaba, conversaba, bebía. Un pianista tocaba. Nadie prestaba atención a la música. Ángela comenzó a beber y a mirar al músico. Él parecía aburrido, haciendo aquello por obligación, loco por que acabase el descanso.
 
Al tercer whisky, ya un poco bebida, se acercó al pianista.
 
- ¡Es usted un aburrido! ¿Por qué no toca sólo para usted? - vociferó.
 
El pianista la miró, sorprendido. Y, al instante, comenzó a tocar las piezas que le gustaría estar tocando. En poco tiempo, la sala de espera estaba en completo silencio.
 
Cuando el pianista acabó, todos aplaudieron con entusiasmo.
 
Paulo Coelho

2 comentarios:

  1. Para agradar a los demás tenemos, primero, que agradarnos a nosotros mismos. Para divertir o emocionar a los demás, primero tenemos que divertirnos o emocionarnos nosotros mismos.

    El cambio comienza por uno mismo. Si quieres cambiar el mundo, primero empieza por ti.

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo contigo Sara.

    ResponderEliminar