sábado, 6 de septiembre de 2014

La palabra

De todas las poderosas armas de destrucción que el hombre ha sido capaz de inventar, la más terrible, y la más cobarde, es la palabra.

Los puñales y las armas de fuego dejan vestigios de sangre. Las bombas hacen temblar edificios y calles. Los venenos acaban siendo detectados.
 
Dice el maestro:
 
La palabra consigue destruir sin pistas. Niños condicionados durante años por los padres, hombres criticados sin piedad, mujeres sistemáticamente humilladas por comentarios de sus maridos. Fieles alejados de la religión por aquellos que se juzgan capaces de interpretar la voz de Dios.
 
Intenta ver si tú estás utilizando esta arma. Intenta ver si estás utilizando esta arma contra ti mismo. Y no permitas ninguna de las dos cosas.
 
 
Paulo Coelho, Maktub

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